Kenji Miyazawa (1896-1933) es uno de los escritores más populares y queridos en Japón, y su influencia es tan extensa que ha llegado no sólo a la obra de otros escritores, sino también a otras expresiones artísticas como el manga o el anime (entre otros, ha inspirado el trabajo de autores como Osamu Tezuka y Hayao Miyazaki).
La editorial Satori es la principal fuente a la hora de encontrar traducciones de los cuentos y relatos del narrador nipón. Al imprescindible El tren nocturno de la vida láctea (2012, con nueva traducción en 2017), primer libro de Miyazawa vertido en nuestra lengua y una de las historias más hermosas y líricas del escritor, le sucedió La vida de Gudori Gusko (2013), una recopilación de cinco relatos que combinan elementos fantásticos, espirituales y de la Naturaleza.
La última en llegar al catálogo de la editorial asturiana ha sido La constelación de los cuervos y otros cuentos mágicos, una recopilación de once relatos publicados entre 1924 y 1926. Se trata de un conjunto de historias donde la fantasía desbordante y la capacidad creadora de imágenes oníricas de Miyazawa Kenji golpean al lector, que encuentra todo tipo de seres en situaciones sorprendentes: cuervos, elefantes, bosques habladores, cazadores sin corazón o postes de tendido eléctrico que cobran vida.
Miyazawa Kenji: «Estos cuentos los he recibido del arcoíris y de la luz de la luna en las arboledas, los campos, las vías de ferrocarril y otros muchos lugares.»
Las historias que componen La constelación de los cuervos y otros cuentos mágicos transmiten algunas enseñanzas morales que el lector debe desentrañar. Su estilo, al modo de las fábulas de Esopo, es fresco y ágil, y a pesar del paso del tiempo se mantiene joven y capaz de encandilar a lectores abiertos a un mundo de imaginación y fantasía que te conecta con las lecturas de la niñez y la infancia. Son historias de aparente sencillez, en donde encontramos temas habituales en la obra de Miyazawa como el amor y respecto por la Naturaleza, el folklore o la espiritualidad, todas rebosantes de sensibilidad y lirismo.
Las imágenes que ilustran este post son de la obra del ilustrador Kobayashi Toshiya (1947), un artista fascinado por la obra de Miyazawa Kenji que desde los años ochenta ha convertido la ilustración de los relatos del escritor japonés en el trabajo de su vida. Vía nippon.com.