La editorial asturiana Satori, una de los principales sellos para amantes de la cultura y literatura japonesas, decidió hace casi un año que el manga (especialmente las grandes obras y los autores fundamentales) necesitaba encontrar cabida en su catálogo con el fin de acercar al lector un pedazo más de las variadas manifestaciones culturales del País del Sol Naciente. El primer título en aterrizar fue Mi vida sexual y otros relatos eróticos, del llamado «padre del manga», Shotaro Ishinomori, una colección de quince hilarantes y estrafalarias historias donde el erotismo, lo grotesco e incluso la ciencia-ficción tienen cabida. El segundo título fue Mujeres del Zodíaco (Seiza no Onna, publicado en tres volúmenes), de Miyako Maki (1935), una de las autoras de culto en el mundo del manga y una de las primeras en usar elementos pictóricos o fotográficos en sus obras.
El mundo del manga está dominado por una enorme y variadísima tipología de historias en las que suelen enclavarse los autores y sus obras. En el caso de Mujeres del Zodíaco, se adscribe al subgénero de josei (dirigido al público femenino, con historias generalmente románticas) y fue publicado entre 1973 y 1974 en la revista Josei Jishin. Con esta obra Miyako Maki, por entonces una prometedora artista que cultivaba manga shojo, destinado al público juvenil femenino, dio el salto a un tipo de narraciones más adultas. Así, en Mujeres del Zodíaco se abordan distintas situaciones vividas durante y después de la Segunda Guerra Mundial desde diferentes puntos de vista femeninos.
A principios de los años 70 el mundo de los horóscopos y de las características psicológicas y vitales que regían a los nacidos en cada uno de los símbolos era muy popular entre los japoneses, y de esa tendencia se beneficia la obra de Miyako Maki. Utilizando este recurso para enganchar a su audiencia, cada una de las historias está protagonizada por un personaje con un símbolo zodiacal distinto al que le suceden diversas situaciones ligadas con el azar que marcan las estrellas para su signo.
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En el primer tomo de Mujeres del Zodíaco, compilado con el subtítulo de «Requiem por tres lirios«, se abordan las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en las vidas de tres mujeres que tienen como nexo común un personaje, Makoto Tsugumo, al que el lector conoce siendo niño y termina asistiendo a su éxito personal y profesional. Su vida estará profundamente marcada, en distintos momentos de su vida, por Yuko (Sagitario), una joven viuda que se refugia en un pueblo huyendo de los bombardeos americanos, Akemi (Leo), una muchacha de desdichada vida que terminará abocada a la prostitución en el Japón ocupado de posguerra, y Yurika (Escorpio), una joven profesional que trabaja como delineante en un estudio de arquitectura.
El estilo de Miyako Maki, que logra en Mujeres del Zodíaco una de sus obras más logradas, es elegante, con trazos preciosistas y sedosos. La autora es capaz de transmitir en sus dibujos todas las emociones y sentimientos de unos personajes zarandeados por la vida pero siempre esperanzados con el poder del amor.
A priori la obra maneja algunos códigos del folletín, con historias sensibles y emocionales donde sus protagonistas se enfrentan a infortunios y reveses que les impiden alcanzar la felicidad, pero, más allá de esto, Mujeres del Zodíaco es una obra sugerente, de cuidada factura y enorme expresividad. Uno de esos clásicos sin el cual no puede entenderse el moderno manga y una pieza fundamental para conocer una parte de la cultura japonesa.
Miyako Maki, Mujeres del Zodíaco 1. Requiem para tres lirios / Sagitario – Leo- Escorpio (traducción de Marc Bernabé), Gijón, Satori, colección Manga Satori, 2019, 248 páginas.