Nadie tiene un solo rostro o expresión. Todos tenemos varias facetas que no siempre somos capaces de conciliar o aceptar. ¿O sí? En Escándalo (Sukyandaru, 1986), del escritor japonés Shusaku Endo (1923-1996), su personaje protagonista, Suguro, es un recto novelista católico de sesenta años (circunstancia en la que el personaje es un trasunto del propio autor) que descubre casualmente que un «impostor» idéntico a él se pasea por los barrios de placer de Tokio, dando rienda suelta a sus instintos más inconfesables. Un descubrimiento que producirá un desgarramiento en su personalidad: ¿es realmente un impostor o puede ser que dos individuos totalmente opuestos habiten en una misma persona?
A partir de ese momento, Suguro no deja de buscar la verdad, desarrollando una relación con la fascinante señora Naruse, una viuda de mediana edad a la que conoce accidentalmente y que plantea una dualidad de personalidad tan compleja como la de Suguro: durante el día se dedica a cuidar como voluntaria a niños hospitalizados y por la noche se entrega a su afición por el sadomasoquismo. En este sentido, encontramos a un Shusaku Endo que sorprenderá a muchos de sus lectores, planteando una concepción asombrosa de la vida sexual en un sentido muy amplio.
Escándalo fue una de las novelas de mayor éxito internacional de Shusaku Endo. Reconocido escritor centrado en temas como la culpa o el perdón, al publicar esta novela ofreció una de las obras más interesantes de su repertorio acerca de la identidad individual y la perversión, hermanándose con otro de los grandes autores de la literatura japonesa, Junichiro Tanizaki, quien exploró esta cuestión en obras como Sobre Shunkin o La historia de un ciego. Escándalo es, como muchas de las obras de Tanizaki, una aproximación a las facetas más oscuras del ser humano para intentar llegar a conocer lo que convive secretamente en su interior.
Centrándonos en ese ámbito de los claroscuros del ser humano, el editor Thomas Cahill plantea, a raíz de ese misterio que convive secretamente en el interior del ser humano, que se trata de una historia que va más allá del misterio que se plantea acerca del doble del personaje protagonista. Es un misterio que funciona en tres niveles: el misterio narrativo (la trama de misterio en sí misma), el plano psicológico (el misterio que envuelve las motivaciones del ser humano) y el nivel moral.
En ese plano moral cabría pensar que Shusaku Endo vuelve a trabajar sobre la noción de pecado, un tema habitual en su obra. Sin embargo, lo novedoso de Escándalo es que el autor habla del pecado que no necesita ser perdonado y redimido. Sus personajes viven contradicciones morales (por ejemplo, la viuda Naruse confiesa que se excitaba sexualmente cuando su marido le hablaba de las atrocidades cometidas en la guerra contra China cuando él era soldado, mientras que durante el día vive una existencia de altruismo y entrega), pero el autor no juzga ni intenta aplicar una receta moral sobre el asunto.
Escándalo es, en definitiva, una sorprendente novela que nos sitúa cara a cara ante un Shusaku Endo desconocido, que en su novela explora los claroscuros de la condición humana con el telón del pecado de fondo. Una obra inteligente e interesante que, pese a no estar a la altura de El mar y veneno, plantea personajes y circunstancias morales que harán reflexionar al lector.
Shusaku Endo, Escándalo (traducción sobre la versión inglesa de Van C. Gessel de Hernán Sabaté), Barcelona, Edhasa, 2010, 275 páginas.