Tras una serie de exitosas obras que sustentaban parte de su encanto en la comicidad de sus situaciones (Soy un gato (1905), Botchan (1906)), el escritor Natsume Sōseki (Tokio, 1867-1916), ya consagrado como uno de los más importantes narradores del Japón de su época, comenzó a interesarse por narraciones que abordaran historias más reflexivas y exigentes, con el fin de enfrentarse a argumentos de mayor complejidad en los que se examinasen aspectos amargos de la sociedad y del individuo como la búsqueda de la identidad, la brecha entre modernidad y tradición o las relaciones conyugales. El resultado de ese interés dio lugar a a La puerta (Mon, 1910), novela que cierra la trilogía iniciada con Sanshiro (1908) y Daisuke (1909) y con la que el escritor japonés comenzó a perfilar las preocupaciones que caracterizarían su periodo narrativo más rico y fructífero.
La puerta fue publicada en el diario “Asahi” durante 1910 por entregas, y mediante un tono que oscila entre lo agridulce y lo conmovedor, construye una historia mínima en la que los pensamientos, las emociones, las angustias e incluso los silencios de los personajes se plantean como el armazón de un tipo de novela en la que el lector no puede permitirse ser un mero espectador pasivo.
La Puerta narra la historia de Sōsuke y Oyone, un matrimonio de mediana edad que vive de manera sencilla y austera en el Tokio de principios de siglo XX. Los exiguos ingresos de Sōsuke, un humilde oficinista, apenas les alcanzan para llegar a fin de mes. La falta de hijos y las estrecheces económicas no hacen mella en su armónica relación, aunque el paso del tiempo y las vicisitudes de la vida se han llevado su alegría. La llegada de Koroku, el hermano menor de Sōsuke, introduce un nuevo elemento de tensión en sus aburridas y monótonas existencias, al que se une el frágil estado de salud de Oyone y una inesperada visita del pasado que golpeará los cimientos de Sōsuke y le obligará a refugiarse en un templo zen para encontrar una salida a su crisis personal.
La puerta tiene como tema principal uno de los habituales intereses de Sōseki, especialmente en sus últimos años de producción literaria: las relaciones conyugales. En este caso, aborda un aburrido matrimonio en el que los esposos basan su felicidad en una obstinada voluntad de darle la espalda al mundo y a su propio pasado. Oyone y Sōsuke se tienen el uno al otro y con eso les basta. Sin embargo, el lector descubre hacia la mitad de la novela la naturaleza de su relación, basada en un frágil equilibrio en donde la culpa y la penitencia ensombrecen sus existencias.
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Ficha bibliográfica
Natsume Sōseki, La puerta, (traducción de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés; postfacio de Kayoko Takagi), Madrid, Impedimenta, 2012, 304 páginas.
La imagen de Sōseki fue tomada en 1912 por Ogawa Kazumasa y es de dominio público. La puedes encontrar en Wikimedia Commons.