‘Doppler’, de Erlend Loe: otro modo de vida es posible

¿Quién no ha soñado alguna vez con dejarlo todo y marcharse a vivir al bosque, lejos de la gente? El protagonista de Doppler no sólo lo sueña. Lo hace. El protagonista de Doppler no es otro que Doppler, un padre de familia, disciplinado y buen ciudadano, que un día cae de su bicicleta y se da cuenta de que su vida es un sinsentido. Que tiene que cambiar. Y vaya si lo hace. Cambia tanto que se adentra en un bosque de titularidad privada y tiene como única compañía a un joven alce. La subsistencia, sencilla: trueque y pequeños hurtos. Préstamos, que diría aquél. ¿Y la familia? La familia… Mejor no entrar en la familia.

Doppler (2004), del escritor, traductor y guionista noruego Erlend Loe (1969), es un divertidísimo y estrafalario relato sobre un hombre que da un giro a su vida. Que se da cuenta de que algo no va bien en la sociedad noruega. Que tanta obediencia y disciplina corrompe nuestra verdadera Naturaleza. Pero lo hace sin intenciones moralistas, con una prosa entretenida y un puñado de personajes y situaciones descacharrantes que convierten a Doppler en una surreal y satírica reflexión sobre cómo podríamos vivir en otro tipo de sociedad. La que nosotros queramos que sea.

La prosa de Erlend Loe utiliza recursos variados como el humor, la hipérbole y la sátira, en una comunión de situaciones absurdas que atrapa por su fluidez y encanto. Y por su ironía.

El universo Doppler está plagado de personajes extravagantes y situaciones inverosímiles, en contraste con la aparente vida ordenada y aburrida de la sociedad sobre la que quiere reflexionar. Sobre este punto, el escritor noruego ha declarado que cree que nos hemos vuelto más individualistas a lo largo de los últimos 50 años, con el descubrimiento de petróleo y el aumento gradual del nivel de vida. Doppler fue, precisamente, una reacción a eso.

Inspiradora, subversiva y sugerente, Doppler es un divertimento que no renuncia a confrontar al lector con una realidad diferente a la que la sociedad parece querer abocarnos. ¿Ser un disciplinado padre de familia, que cuida el medio ambiente montando en bici y trabaja sin descanso para contribuir a la sociedad como un buen ciudadano? ¡Otro modo de vida es posible!