Un matrimonio en el que los rasgos de los miembros de la pareja cada vez se parecen más. Una mujer solitaria que vive alejada, en las montañas, junto a un grupo de perros. Un ama de casa que cocina un sorprendente plato. Un marido de paja que en lugar de palabras expulsa por su boca instrumentos musicales. Los relatos de la escritora Yukiko Motoya (1978) nacen, como en las historias que se incluyen en el volumen Mi marido es de otra especie (Irui kon’intan, 2016), de situaciones y personajes cotidianos, con un desarrollo y desenlace que roza lo surrealista y lo onírico. Artefactos literarios en los que lo extraño y lo fantástico se asumen con total naturalidad, enfrentando al lector a realidades cercanas y, al mismo tiempo. inesperadas. Una propuesta sorprendente de una escritora que, con este particular universo, ha conseguido el reconocimiento en su país con prestigiosos premios como el Noma, el Yukio Mishima o el Kenzaburo Oe.
Matrimonio, incomunicación y soledad en los relatos de Yukiko Motoya
Las cuatro historias contenidas en el volumen Mi marido es de otra especie (publicado por Alianza editorial con traducción de Keiko Takahashi y Jordi Fibla en 2019), son un excelente ejemplo de la literatura de Yukiko Motoya, que llega por primera vez a nuestra lengua con un conjunto de relatos que exploran las situaciones más mundanas desde un punto de vista original y, en ciertos momentos, perturbador. La escritora japonesa traza, mediante historias aparentemente sencillas, llenas de situaciones cotidianas con las que el lector puede sentirse identificado, una interesante reflexión sobre el matrimonio, la soledad y la incomunicación en la sociedad actual.
El relato que da nombre al volumen, Mi marido es de otra especie (que puede considerarse más como una novela corta que como un relato), narra la historia de un matrimonio en el que la mujer, San, comienza a darse cuenta de que sus rasgos se están desdibujando para parecerse a los de su marido. Ganadora del premio Akutagawa en 2016, se trata de un original planteamiento que sitúa al lector en el punto de vista de la protagonista, transmitiendo el desconcierto y, en ocasiones, el sordo horror, de quien descubre que su identidad comienza a difuminarse. La normalización de una situación aparentemente simbólica es uno de los principales rasgos del estilo y del universo literario de Yukiko Motoya, quien consigue una efectiva mezcla de extrañamiento, incomodidad y tristeza.
Los personajes de Mi marido es de otra especie cambian, se metamorfosean, están hechos de materias cambiantes que se aceptan con rapidez y naturalidad. Pero también son individuos enormemente solos, supervivientes de una sociedad es la que están obligados a vivir. Así le sucede a la protagonista del relato Los perros (Inutachi). Alejada de la civilización al habitar en una cabaña en el bosque, donde ejecuta una tarea tan extraña como minuciosa (hacer una réplica con trocitos de papel de colores de una obra de moda), la protagonista vive con la única compañía de unos perros, que poco a poco la integran en su manada y a los que se sentirá vinculada. Un personaje, probable prototipo de una artista fallida con rasgos de misantropía, que se enfrenta a un apocalíptico desenlace, reflejo (¿o realidad?) de su deseo de no estar en contacto con ningún ser humano.
La escritora japonesa traza, mediante historias aparentemente sencillas, llenas de situaciones cotidianas con las que el lector puede sentirse identificado, una interesante reflexión sobre el matrimonio, la soledad y la incomunicación en la sociedad actual.
Un paso más da el desconcertante relato El baumkuchen de Tomoko (Tomoko no baumkuchen), una historia de horror en donde un ama de casa, mientras cocina para sus hijos, se da cuenta de lo absurdo de su vida mientras deambula por su casa. Se trata de un relato breve pero con capas de profundidad, tantas como las que la protagonista advierte que alberga dentro de sí misma, quizá alguna llena de oscuridad.
Por último, El hombre de paja (Wara no otto) aborda de nuevo una historia sobre matrimonios en los que suceden situaciones asombrosas dentro de su cotidianidad. En este caso la protagonista reconoce que convive con un hombre de paja, un ser capaz de entrar en cólera por un simple roce en la pintura de su coche, y, al mismo tiempo, de expulsar de su boca instrumentos musicales. La autora no da explicaciones sobre cómo es posible esto o cómo se ha podido llegar ahí. Simplemente existe. Una mujer está casada con un hombre de paja. Y el matrimonio es complicado. Se trata de un relato en el que la trama y la tensión contribuyen a dibujar un cuadro de ansiedad en el que la protagonista navega sin atisbo de solución.
Mi marido es de otra especie es un volumen de relatos que contienen un puñado de ejemplos del universo literario de Yukiko Motoya, una interesante escritora que explora los niveles de extrañamiento y ansiedad que conllevan las relaciones personales, especialmente el matrimonio. Con una ingeniosa prosa que mezcla surrealismo con situaciones cotidianas, Motoya articula unos relatos estimulantes y en ocasiones asfixiantes, con varias capas de lectura que obligan a repensar la historia tras una primera lectura. Una lectura recomendable que nos acerca a la narrativa contemporánea japonesa menos complaciente.
Ficha bibliográfica Yukiko Motoya, Mi marido es de otra especie (traducción de Keiko Takahashi y Jordi Fibla), Madrid, Alianza, 2019, 146 páginas.
Imagen de portada (c) Sharetube.jp.