Esther Tusquets, cabeza de la editorial Lumen durante casi cuatro décadas, ha publicado recientemente unas peculiares memorias que retratan, desde una perspectiva personal y en ocasiones nostálgica, los avatares de una de las empresas editoriales más prestigiosas del panorama literario español.
En la misma línea de otras memorias centradas en el mundo editorial como las de Jorge Herralde (Anagrama) o Rafael Borràs, también situadas en el mismo periodo, Tusquets traza, con un tono ligero, marcadamente desenfadado e irónico, un ameno e interesante recorrido a través de la historia de Lumen desde sus inicios como pequeña empresa familiar hasta su incorporación en el complejo universo de los grandes grupos editoriales.
A lo largo de los veintisiete capítulos que componen Confesiones de una editora poco mentirosa, cuyo título es un homenaje confeso a Azorín, Esther Tusquets habla de todo un poco, pero siempre entrelazando su narración con anécdotas ligeras relacionadas con la historia de Lumen, el proceso editorial y sus relaciones personales con alguno de los escritores en lengua castellana más importantes de nuestro país, como Ana María Matute, Camilo José Cela, Carmen Martín Gaite o Miguel Delibes y con poetas de la talla de Pere Gimferrer o Ana María Moix.
El tono del libro es deliberadamente ligero, donde la escritora y editora catalana aporta su punto de vista personal sobre una de las épocas sin duda más prolíficas y ricas de las letras españolas. Tal y como manifiesta en las primeras páginas del texto, “No [son unas] memorias solemnes, hablando de los grandes problemas y acontecimientos de la edición, sino estas pequeñas anécdotas que constituyen la vida cotidiana de una editorial”.
Así, Esther Tusquets polariza sus recuerdos y anécdotas en torno al proceso de la edición caracterizado no por sus fines comerciales, sino por el trabajo casi artesanal donde la relación con el escritor y con el objeto literario, el libro, cobran una vital importancia.
Por este motivo encontramos entre las páginas de Confesiones de una editora poco mentirosa numerosas anécdotas relacionadas con los escritores que mantuvieron relaciones de amistad con la autora, permitiéndonos así conocer la faceta personal de la editora y de alguno de los escritores más celebrados de nuestro país.
Sin embargo, no podemos decir que estemos ante una mera colección de anécdotas de carácter literario, ya que el vehículo narrativo del texto es claramente la historia de uno de los referentes ineludibles del panorama editorial español, la editorial Lumen, cuyos inicios como pequeña editorial religiosa dieron paso, gracias a los impulsos de los hermanos Tusquets, a una de las editoriales más prestigiosas del momento.
En este sentido, la primera parte del libro se centra en el nacimiento de Lumen y sus primeros pasos como editorial de libros infantiles, y los sucesivos acercamientos de Esther Tusquets al funcionamiento de los mecanismos del mundo editorial y sus primeros contactos con los principales escritores del momento, cuya accesibilidad, indica la editora catalana, era mucho más fácil y franca que en nuestros días.
La mayoría de edad de Lumen llega con la intención de Tusquets de editar narrativa, y en este proceso se centra la segunda parte del texto. En estas páginas la escritora y editora catalana confiesa su amor por la literatura y por el trabajo editorial, pero también la incómoda situación de lidiar con la censura franquista. Destacan en esta parte las semblanzas y recuerdos de alguno de los escritores y poetas más importantes de las letras españolas e hispanoamericanas. Miguel Delibes, Ana María Matute, Cela, Mario Vargas Llosa, Juan Benet, Ana María Moix, Gimferrer o Pablo Neruda son sólo algunos de los artistas que se entrecruzan en las confesiones literarias de Esther Tusquets.
El libro se cierra con una breve pincelada sobre la incorporación de Lumen a una gran multinacional y el posterior abandono de la autora de la dirección de la empresa. Aunque subyace de manera velada, no es imperceptible al lector el desencanto y cansancio de la editora ante una nueva forma de entender el trabajo editorial.
Confesiones de una editora poco mentirosa tiene, aunque Esther Tusquets intente evitarlo a través del tono jovial y desenfadado de la narración, la melancolía propia de las autobiografías. Estas memorias, deliberadamente sesgadas y desordenadas, ofrecen recuerdos y semblanzas de un mundo que inevitablemente se ha perdido con la llegada de los nuevos planteamientos editoriales que impulsan e imponen las multinacionales. Tusquets intenta añadir un punto de vista irónico, una cierta mirada burlona propia de la distancia temporal y vital, pero subyace sin quererlo un poso nostálgico.
El libro es, en definitiva, una interesante y amena propuesta para acercarse a la historia de la prestigiosa editorial Lumen y a los recuerdos de una de las mujeres que han impulsado la edición de calidad en España.
Esther Tusquets, Confesiones de una editora poco mentirosa, Barcelona, RqueR Editorial, 2005.
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