No hay nada más íntimo que el dolor por la muerte de un ser querido. Todos lo hemos experimentado o habremos de hacerlo a lo largo de nuestras vidas, pero es imposible ponerse en el lugar del otro y sentir de la misma manera la experiencia del dolor. Cada dolor es diferente y se vive de manera distinta.
Así lo aborda la escritora francesa Brigitte Giraud (1960), que transmite en su pequeña novela Ahora (À présent, 2001, editada por Contraseña) cómo fue su experiencia ante la pérdida de su pareja en 1999, de cuya muerte se enteró al regresar de la presentación de un libro. El brusco golpe de la pérdida es el epicentro de la novela, así como la vivencia del duelo desde su punto de vista, un duelo marcado por la observación de los pequeños detalles cotidianos que se viven tras la muerte de un ser querido. Los detalles son los que mueven al ser humano, los que arrastran hacia la realidad cuando el dolor descompone los cuerpos. «…solo los detalles pueden hacer que sigas viva.»
Brigitte Giraud y la escritura como experiencia curativa
Para Brigitte Giraud la muerte es el ahora, el tiempo que transcurre entre el pasado y el recuerdo y lo que habrá de venir, siempre a corto plazo. La escritora francesa, como C.S. Lewis, pone su pena en observación y transmite de manera directa y sencilla cómo son los momentos tras la pérdida, los momentos asombrosamente prosaicos que siguen a la muerte (la elección de la corona de flores, el entierro, las cosas del fallecido que quedan en casa…).
El acierto de Giraud es hacerlo sin sentimentalismos, de manera casi telegráfica, dejando que los acontecimientos que relata estén exentos de emociones y que, precisamente por eso, estén más cargados de emotividad: «Esta noche se ha muerto Claude. Yo lo quería. Mi vida se detiene y empieza al tiempo. Para no nombrar el suceso digo “antes” y “ahora”… Antes, como si se tratase de un país, de un extenso territorio exuberante, mi continente. Antes, por supuesto, era algo blanco, luminoso, ingrávido, evidente. Antes era algo terso, emocionante a veces; éramos inmortales y cínicos. Estábamos vivos.»
Para Brigitte Giraud la muerte es el ahora, el tiempo que transcurre entre el pasado y el recuerdo y lo que habrá de venir, siempre a corto plazo.
En este recorrido por su ahora la narradora va mostrando su itinerario por el dolor, un dolor domesticado y civilizado que la «buena educación» ha enseñado a controlar. «Da las gracias, se disculpa, es un cúmulo de esos buenos modales que le han inculcado toda la vida. Tiene ante la vista al hombre con quien ha vivido veinte años, que acaba de matarse con la moto; está metido en la funda, tiene los ojos cerrados para siempre, y tú, encima, vas y dices «gracias» y «por favor». No preguntas nada. Nada de nada. No se te ocurre nada. Un poco más y te habrías disculpado casi por las molestias.»
Con Ahora Brigitte Giraud se incorpora a la larga lista de autores que han retratado de manera literaria las marcas que deja la ausencia y la textura que tiene el dolor. Es la llamada «literatura del duelo», entre las que se encuentran la citada obra de C.S. Lewis Una pena en observación, Di su nombre, de Francisco Goldman, El año del pensamiento mágico de Joan Didion, La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero o La hora violeta de Sergio del Molino. En concreto la obra de Brigitte Giraud navega en el momento, en los preparativos para una despedida que en España dura apenas 24 horas y que en Francia se prolonga durante una semana, dando lugar a situaciones que se retratan con sencillez: el momento en el que la escritora le explica a su hijo que su padre ha muerto, los trámites hospitalarios, el cuidado de amigos y familiares para que Giraud se mantenga a flote…
Se trata de una novela de apenas 90 páginas que relata de una manera honesta una mirada sobre la muerte y el duelo, una manera de entender y asumir el dolor mediante la creación y la palabra. Ahora no conmueve. Entra directamente en el lector.
Referencias
Brigitte Giraud, Ahora (traducción de María Teresa Gallego Urrutia, ilustración de cubierta Elisa Arguilé), Zaragoza, Contraseña, 2014, 91 páginas.
La imagen de la portada del libro es de la ilustradora Elisa Arguilé y está tomada de la web de la editorial Contraseña
La imagen de Brigitte Giraud está tomada de Paris Match.