Kobo Abe (Tokio, 1924-1993) es una rara avis en la literatura japonesa. De voz enormemente personal, sus novelas se caracterizan por huir de lo típicamente nipón y explorar temas como la identidad, la soledad o el miedo, espacios de la psicología del hombre contemporáneo en la que el escritor tokiota indaga su complejidad con maestría. Conocido por sus novelas La mujer de arena (1962), El rostro ajeno (1964) o Idéntico al ser humano (1967), Abe sustenta su obra en fascinantes historias envueltas con ambientes asfixiantes y desconcertantes, permitiéndole así construir una narrativa distinta y esquiva a la etiquetas.
La editorial argentina Eterna Cadencia publicó Los cuentos siniestros, un volumen que recopila por primera vez en español una serie de relatos breves escritos entre 1954 y 1964, que sorprenden por no sólo por sus sorprendentes y sofocantes tramas, sino también por su significación y riqueza narrativas.
Los cuentos siniestros recoge siete relatos que tienen como nexo su atmósfera extraña y casi surreal, su aproximación a los abismos de la mente humana y un gusto por lo pesadillesco que ha hecho que muchos críticos acerquen la obra del tokiota a la del checo Franz Kafka.
Recuerda en cierta medida a estos universos kafkianos casi absurdos en los que el hombre queda reducido por una maquinaria superior a él el cuento que abre la recopilación, “El pánico”, una historia en la que un desempleado se encuentra con una oportunidad laboral que le implicará en un asesinato del que parece ser responsable pese a no tener recuerdo de ello. Su protagonista se debate entre el horror y el pánico que da nombre al título, al igual que el desequilibrado protagonista de “El perro”, un relato en el que un pintor de escaso éxito desarrolla una perversa fijación por la mascota de su mujer.
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Ficha bibliográfica
Kobo Abe, Los cuentos siniestros, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2011, 160 páginas.
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