Una noche de invierno unos oficiales del ejército ruso se reúnen para jugar a las cartas. La velada se desarrolla entre apuestas, vino y anécdotas. Cuando uno de ellos cuenta que su abuela consiguió el secreto para ganar tres partidas de cartas seguidas del Conde de Saint Germain, el joven oficial Hermann comienza a obsesionarse con la idea de desvelar ese misterio y ganar una suma considerable de dinero. Para ello, no duda en seducir a la joven dama de compañía de la abuela del oficial, la triste y solitaria Lizaveta, con el objetivo de averiguar el secreto de la anciana y enriquecerse con una gran apuesta.
Partiendo de este breve argumento el escritor ruso Alexander Pushkin (1799-1837) elabora en la nouvelle La reina de picas (Pikovaya dama, 1833) una historia de ambición, obsesiones y fantasmas, que la editorial Nevsky acaba de recuperar con traducción de Marta Sánchez-Nieves y unas magníficas y enigmáticas ilustraciones de Sandra Rilova.
La Reina de picas fue una de las primeras obras de literatura rusa que logró alcanzar éxito en Europa. Prosper Mérimée y André Gide tradujeron al francés este relato, que sirvió también como argumento para la ópera La dama de picas de Piotr Ilich Chaikovski (1890).
Como buen romántico, Pushkin plantea una historia de inspiración fantástica en la que se sugiere sin desvelar. El azar, como elemento misterioso e incontrolado, es el centro de una trama que se despliega en espiral hasta finalizar en un desenlace no menos perturbador e inquietante.
Narrada con pulso con un estilo ligero que avanza sin detenerse en lo superfluo, La reina de picas constituye una de las historias fantásticas rusas del siglo XIX más sugerentes. En la edición de Nevsky las ilustraciones de Sandra Rilova logran aportar un diálogo visual en tres colores que realzan y complementan la historia con elegancia y cierto toque inquietante. En este sentido, la propia ilustradora describe así su trabajo en una entrevista: «he tratado de llevarla a mi terreno dotándola de un aire siniestro y oscuro jugándo con sombras y los espacios.»
La reina de picas es un relato sobre el azar y lo imprevisible del destino. También sobre la ambición, la locura y la avaricia. En defintiva, sobre algunos de los sentimientos que nos hacen más humanos.
Alexander Pushkin, La reina de picas (traducción de Marta Sánchez-Nieves e ilustraciones de Sandra Rilova), Madrid, Nevsky Prospects, 2016, 83 páginas.
Las ilustraciones son (c) de Sandra Rilova. Cortesía de la editorial.