No es fácil ser un buen escritor y tener como contemporáneos a otros grandes autores como Dostoievski, Tólstoi, Gogol o Chéjov. Es lo que le sucedió al escritor ruso Nikolái Leskov (1831-1895), cuya figura y obra, precisamente por el hecho de vivir en el mismo siglo que estos grandes de la literatura, no fue apreciada hasta décadas después. El comentario de Tolstoi de que era un «escritor para el futuro» se muestra hoy más certero que nunca.
La obra de Nikolái Leskov se caracteriza por carecer de la profundidad o riqueza estilística de sus contemporáneos, pero ofrece textos interesantes muy diversos entre sí. Así, podemos encontrar ciertos aires futuristas en La pulga de acero (1881), humor y toques fantásticos en El peregrino encantado (1873) o una historia de corte tradicional sobre un adulterio en Lady Macbeth de Mtsensk (1865). Es éste último relato uno de los más célebres del escritor ruso fuera de su país debido, principalmente, a dos adaptaciones: la ópera que Dmitri Shostakovich hizo en 1934 y la versión cinematográfica de 1962 de Andrzej Wajda, ambas bastante fieles a la historia original aunque algunos de los crímenes instigados por la protagonista quedaron suavizados. Ahora, 150 años después de ser publicado en el magazine Epoch de Dostoievski, llega una nueva edición con ilustraciones de Ignasi Blanch y traducción de Marta Sánchez-Nieves de la mano de Nórdica Libros, que conmemora así este año a uno de los escritores más destacados de la literatura rusa.
Lady Macbeth de Mtsensk: pasión y muerte
Lady Macbeth de Mtsensk es un sórdido relato situado en una asfixiante y aburrida ciudad de provincias en la Rusia del siglo XIX. La historia gira en torno a Katerina Lvovna, una joven de origen humilde casada con un comerciante mucho mayor que ella. Inmersa en la aburrida vida de un matrimonio convencional en el que queda poco espacio para la libertad o el amor, un día se fija en Serguéi, un mozo del grupo de sirvientes por el que pronto experimenta una arrebatada pasión. Ante el temor de perder su amor y para dar vía libre a éste, recurrirá al crimen en varias ocasiones hasta llegar a un desenlace fatal.
La obra de Leskov es un retrato crudo y descarnado sobre una pasión que arrastra a sus protagonistas a realizar acciones amorales, envolviendo sus vidas en el ardor y, al mismo tiempo, la frialdad de sus propios actos. Puede que muchos piensen que estamos ante la ya conocida historia de la adúltera decimonónica que terminará recibiendo su castigo y, en parte, es cierto, pero la electricidad que recorre el relato de Leskov, hermosamente ilustrado por Ignasi Blanch en la edición de Nórdica, nos plantea una nueva mirada hacia el personaje y un fresco de la sociedad rusa del siglo XIX.
Es la de Katerina Lvovna una historia de impulsos, de servidumbres del amor y de autoafirmación. Porque la psicología del personaje pasa del estancamiento vital a un renacer, quizá amoral, pero lleno de energía, a una versión de sí misma que deja el segundo plano para convertirse en la protagonista de su vida.
La pasión de Katerina Lvovna es egoísta y oscura, pero al final del relato la observamos con una cierta lástima hacia el final que le espera. En cierto modo, es víctima de esa pasión sexual que desencadena una faceta de sí misma cuestionable pero a la que parece no poder resistirse y, en una lectura más amplia, nos muestra las desfavorables condiciones en las que se encontraban las mujeres bajo el régimen zarista. Las ilustraciones de Ignasi Blanch contribuyen a esa experiencia lectora en muchos sentidos, especialmente en la recta final del relato en la que dominan los rojos y negros que rodean a los protagonistas. Una excelente excusa para acercarse a uno de los narradores rusos del siglo XIX más interesantes.
Ficha bibliográfica
Nikolái Leskov, Lady Macbeth de Mtsensk (traducción de Marta Sánchez-Nieves; ilustraciones de Ignasi Blanch), Madrid, Nordica, 2015, 133 páginas.
Las imágenes son cortesía de Nórdica Libros.