Paula Bonet (1980) es una de las ilustradoras más relevantes del panorama artístico español. Su debut, ¿Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End? (2014), y su segundo trabajo, 813, le situaron entre los jóvenes artistas españoles a tener en cuenta, pero ha sido con su tercera obra, La sed, con la que la ilustradora valenciana ha crecido artísticamente.
Más de año y medio le ha llevado a Bonet la creación de La sed, una obra que mezcla imagen y palabra y que nace de los abismos más oscuros del ser humano: la soledad, el desamor y la muerte.
Se trata de un proyecto muy personal que puede leerse como un poema, guiado por algunas de las mujeres de la literatura y del arte que, para la autora, han ejercido sobre ella una faceta de «despertadoras»: Anne Sexton, Clarice Lispector, Maria Luisa Nombal, Sylvia Plath, Teresa Wilms Montt, Camille Claudel o Virginia Woolf. 300 páginas de dibujos, grabados y óleos que cuentan un viaje hacia el dolor y el abismo y que nace de un momento de ruptura.
La sed propone un marco narrativo muy particular en el que el lector observa la vida de una mujer en conflicto tras una ruptura que se desdobla en dos personajes, Lupe y Monique. De la lucha de estas dos personalidades nacerá Teresa, un ser hecho pedazos en busca de su reconstrucción. Para su autora, «ese desdoblamiento de Teresa es un símbolo para hablar de lo poliédricos que somos y cómo la sociedad (e incluso nosotros mismos) se empeña en etiquetarnos y encasillarnos; incluso de mutilarnos.»
Paula Bonet ha apagado los colores de su paleta optando por los negros, ocres y rojos para capturar el estado emocional interior de sus personajes. De lo vibrante a lo sísmico. Una propuesta que no debe leerse como un libro de ilustraciones con texto o viceversa, sino como una obra en conjunto en el que la autora busca explorar y exorcizar emociones humanas a través del arte. Como dice la propia autora, “…un canto crudo a la soledad, al hecho de que cada uno (sobre todo las mujeres) nos definamos respecto a nosotras mismas y no con respecto a quién tenemos al lado a cada momento”.
La sed es una arriesgada propuesta que muestra la evolución creativa de la ilustradora valenciana. Paula Bonet opta por la crudeza y el desencuentro, por imágenes potentes en lo estilístico y sugerente por su lirismo. Quizá la parte más endeble de La sed sea la textual, donde ese lirismo que debería ser parejo a la parte visual se muestra un tanto afectado. Pese a ello, un notable esfuerzo en una obra inclasificable hecha de jirones y desgarros que no deja indiferente.
Paula Bonet, La sed, Barcelona, Lundwerg, 2016, 344 páginas.Las ilustraciones son de Paula Bonet.