Diego Moreno, editor de Nórdica Libros, conoció la obra de Stig Dagerman cuando trabajaba en la librería Crisol. Fue la traducción de Jesús Pardo de la novela La serpiente la que captó su atención, a la que siguió Otoño alemán y posteriormente una relación de admiración por un escritor sueco de biografía y obra fascinante. Este recorrido ha culminado este año con la publicación de El hombre desconocido (Nattens lekar | Vårt behov av tröst), un volumen en el que ha reunido los mejores relatos del escritor sueco.
Stig Dagerman (1923-1954) tiene muchos puntos en común con su compatriota August Strindberg, con el que compartió una visión muy parecida de la posición del hombre en la sociedad, así como el proceso de desnaturalización del hombre. Ejerció como periodista en varios diarios socialistas y anarquistas del momento, y en su corta existencia escribió cuatro novelas, un libro de viajes, varias piezas de teatro, novelas cortas, relatos y numerosos textos periodísticos, la mayor parte de ellos entre los 21 y 26 años.
La obra de Stig Dagerman está impregnada de lucidez, deseo de lucha y, al mismo tiempo, desencanto ante una realidad histórica y política convulsa en la que los valores humanos se desintegraban.
La figura de Dagerman es la de un intelectual comprometido con su tiempo, su sociedad y su trabajo. Tal y como lo expresó en su artículo «El escritor y la conciencia», publicado en 1945, la misión de un escritor debía ser precisamente el velar por ese compromiso social mediante sus obras.
En este sentido, la obra de Stig Dagerman está impregnada de lucidez, deseo de lucha y, al mismo tiempo, desencanto ante una realidad histórica y política convulsa en la que los valores humanos se desintegraban. En los albores de la Segunda Guerra Mundial y una vez finalizada ésta, Dagerman transmite la angustia del hombre, alarmado ante el conformismo y la pérdida de valores. Estas sensaciones las encontramos en los relatos que componen el volumen El hombre desconocido, cuyos textos fueron escritos entre 1944 y 1954. Se trata, por tanto, de un periodo en el que Stig Dagerman acusa las huellas infligidas por la contienda y del que emana la sensación de angustia y desconcierto de un hombre que no reconoce una sociedad en la que no puede vivir más.
Además de la experiencia de la Segunda Guerra Mundial, Dagerman vivió el fin de una era. La Suecia rural de principios de siglo XX en la que había crecido el escritor se había visto apisonada por el desarrollo industrial del país.La narrativa de Stig Dagerman explora precisamente el antagonismo entre ciudad y mundo rural, éste último uno de los espacios que reclama para el hombre. También se encuentran en su obra la violencia latente en la sociedad nórdica, que relata por ejemplo en «Juegos nocturnos», y esa fuerte angustia que mencionábamos que conecta con el existencialismo y el propio dolor ante la vida, que palpita de manera trágica en el relato «Nuestra necesidad de consuelo es insaciable» (1952), auténtico testamento en el que el autor anticipa su trágico final.
Con la publicación de los relatos de El hombre desconocido Nórdica Libros recupera una de las facetas artísticas más logradas de este autor e intelectual sueco. Sus traductores, Juan Capel y Marina Torres, han optado por una selección dirigida por el gusto personal, si bien a todos los relatos les une una línea temática y estilística que hace del volumen una obra unitaria. Una excelente manera de acercarse, más que al autor, al hombre desconocido que fue Stig Dagerman.
Referencias
Stig Dagerman, El hombre desconocido (traducción de Juan Capel y Marina Torres, prólogo de Juan Capel), Madrid, Nórdica Libros, 2014, 336 páginas.
La imagen de portada es cortesía de la editorial Nórdica Libros y se trata de Portrait of the painter Nils Kreuger, de Richard Berg. La imagen de Stig Dagerman está tomada de Wikimedia Commons.