Ni inocencia ni ingenuidad. Los cuentos de hadas esconden muchas cosas, sobre todo elementos perversos y perturbadores. Hay engaños. Hay traición. Hay maldad y seres sin piedad. E inocentes niños que idean soluciones para matar brujas y lobos. Los cuentos para niños no son tan inofensivos como parecen.
Con esta premisa, en 1979 la escritora y periodista británica Angela Carter (1940-1992) apuntaló diez relatos que publicó en un volumen titulado La cámara sangrienta (The Bloody Chamber and Other Stories), en el que actualizaba historias como «Caperucita Roja», «Barba Azul», «La Bella y la Bestia» o «El gato con botas» desde un punto de vista adulto. En ellos hay maldad, traición y brujas y lobos. Pero también sensualidad, cuerpos y deseos. El esplendor y plenitud de la carne que contrasta con la oscuridad y los miedos ancestrales.
Los relatos de Angela Carter hunden sus raíces en estas historias infantiles y en la tradición oral de la narración frente al fuego, pero su mirada los emborrona y recompone en una versión adulta y casi psicoanalítica.
El lector asiste fascinado a un truco de magia que le conecta con los cuentos infantiles que leyó de niño, y su visión actualizada, aunque también decadente, atrae como un imán. Quizá porque en esas historias se encuentran las experiencias que hemos vivido durante nuestra vida y que en estos relatos se fusionan con nuestro «yo» más infantil. Hay lobos y niñas inocentes, malvados maridos y trasgos maléficos. Pero también está lo peligroso, lo erótico y sensual, las vivencias del sexo y del amor y las traiciones que aún no ha experimentado un niño. Pero el lector, niño-adulto, sí.
Así, Angela Carter juega a componer atmósferas, reinterpretando los relatos. Sus relatos son exuberantes y perturbadores, juegan a construir volúmenes, texturas e incluso olores mediante la palabra y la sugerencia.
Olvidada durante años (la última edición, de Minotauro, data de principios de los años 90), La cámara sangrienta ha sido rescatada por Sexto Piso en una edición a la altura de la potencia y sensualidad de los relatos que forman. Angela Carter pone la palabra en sus versiones adultas de relatos de Charles Perrault y otros autores de cuentos de hadas, y la ilustradora chilena Alejandra Acosta la pluma, creando un conjunto de ilustraciones envolventes y sensuales. Un libro candente donde el clasicismo y sensualidad del trabajo de Acosta transforman a la edición de Sexto Piso en un objeto compacto y atrayente.
Una edición realmente destacable (no sólo por sus ilustraciones, sino también por el formato y papel empleados) que regala al lector un objeto de continente y contenido espectaculares. Un libro para tocar, mirar y gozar. Como los cuerpos.
Referencia
Angela Carter, La cámara sangrienta (traducción de Jesús Gómez Gutiérrez e ilustraciones de Alejandra Acosta), Madrid, Sexto Piso, 2014, 180 páginas.
Las ilustraciones tienen (c) de Alejandra Acosta y están tomadas de la web de Sexto Piso. La imagen de Angela Carter está tomada de la web de LA Review of Books.