Hace poco tuve una conversación con una persona que afirmaba que no leía. Ni libros de ficción, ni ensayo, ni siquiera libros técnicos o para ampliar conocimiento en su trabajo. Si acaso, algo de prensa diaria on-line. Aquella declaración tan abierta y sincera me sorprendió. Poca gente se atreve a confesar que la lectura le aburre, y los que son capaces de admitir que no leen se escudan en dudosas razones como la falta de tiempo.
Acostumbrada a estar rodeada de gente para la que la lectura no sólo es un entretenimiento si no también una necesidad, la conversación me hizo pensar en el porcentaje de españoles que no leen o que no leen libros.
Según el último informe relativo a las costumbres lectoras de los españoles, Hábitos de Lectura y Compra en España 2010, publicado en enero de este año, y que se puede encontrar en la interesante Anatomiteca, el porcentaje de españoles que lee alguna vez durante el año (ya sean libros, periódicos, revistas o medios on-line, es el 90,5. Una buena cifra pese a ese inquietante 9,5% de españoles que no lee nada.
La cifra desciende cuando se trata de lectores habituales de libros. Apenas un 60,3% de españoles dedica su tiempo libre a actividades como la lectura. Para muchos este dato puede ser elevado, pero hemos de tener en cuenta que estamos hablando se un país en el que la cifra de analfabetismo es muy baja y que un 40% de no lectores constituye un conjunto de millones de españoles.
Si las cifras globales no son especialmente llamativas, sí puede ser, para un lector habitual, la media de libros leídos al año: 9,6, cerca de 1 libro al mes. ¿Apenas 10 libros de media? ¿En un año?
Los datos siempre son fríos y se prestan a tergiversaciones, se pueden alterar y no siempre recogen muestras representativas. Pero permiten establecer un marco desde el cual abordar y tratar de comprender una realidad. En este caso, que hay gente que no lee libros nunca, no le interesa la lectura y vive perfectamente sin ficción o poesía. Y no pasa nada. O sí.
Referencias
La imagen es de Adriano Agulló.