Escribía Honoré de Balzac (y se decía en El Padrino) que “detrás de cada gran fortuna hay un crimen”. No le faltaba razón al escritor, sobre todo cuando la fortuna se ha derivado de una apropiación fraudulenta o cuestionable. El dinero también puede llegar de la mano de un golpe de suerte, una herencia o una circunstancia imprevista que nos hace pensar en que los hados nos miran con buenos ojos. Sea cual sea la manera en la que llegue, el papel del dinero como centro neurálgico y omnipresente en la sociedad moderna es incuestionable, y la reflexión sobre éste no ha estado ausente en la literatura. Desde las obras del mencionado Balzac hasta ensayos como los de Marx y Engels sobre arte y literatura, pasando por distintas novelas de ficción que retratan la corrupción, el dinero es un tema recurrente en ella.
En este sentido, Shakespeare afirmaba que el dinero “es el dios visible, la transformación de todas las propiedades humanas y naturales en su contrario”. A esto Marx y Engels añadían que es “ese poder que todo lo invierte.” Precisamente este tipo de afirmaciones son las que subyacen entre las páginas de El todopoderoso Shikaku (O-shikaku-sama, 2012), de la escritora japonesa Naoko Tanigawa (1960). Esta novela, que acaba que publicar la editorial Chidori Books (es la primera novela contemporánea de autoría japonesa en su catálogo), es una interesante reflexión sobre el poder del dinero y la religión en la sociedad nipona contemporánea, escrita de manera amena con una estructura narrativa compuesta por varias voces.
El todopoderoso Shikaku fue la primera novela de la escritora japonesa y recibió el Premio Bungei en 2012. Relata el nacimiento de un extraño culto que adora al dios Shikaku, personificación del dinero, al que sus miembros rezan en cajeros automáticos y piden milagros relacionados con la ganancia de dinero.
La historia comienza cuando la madre de Minami, una nujer de 49 años que ha pasado por un doloroso divorcio y sufre una prolongada depresión, le pide a su hija que siga a su padre, del que sospecha que le está siendo infiel. Minami acepta y, en esas idas y venidas, descubre que en realidad su padre actúa como mensajero de un misterioso dios, Shikaku, seguido por cuatro mujeres de mediana edad que se reúnen habitualmente para reflexionar sobre el dinero y sobre sus vidas.
Infiltrándose en estas reuniones conoce más sobre Shikaku, un dios del dinero al que sus seguidoras compran talismanes en su página web y rezan en cajeros automáticos. En ocasiones, según dicen sus seguidoras, disfrutan de milagros en forma de golpes de suerte con el dinero. Cuando Minami prueba a comprar un talismán y gana una inesperada suma de dinero en una sala de pachinko, comienza a sentirse cada vez más atraída por este culto del que no se sabe si es una nueva religión o una estafa.
El todopoderoso Shikaku es una novela narrada con mucho ritmo, en la que su autora, Naoko Tanigawa, busca transmitir una reflexión sobre el poder del dinero, sobre los límites difusos entre «lo real» y lo virtual, sobre el egoísmo y sobre muchos de los males actuales de la sociedad japonesa. Tanigawa presenta un pequeño fresco en el que, como afirmaba Shakespeare, el dinero es el dios visible capaz de transformar a los seres humanos en su contrario, tal y como vemos que le sucede al personaje de Minami a lo largo de la historia. Una novela fresca y entretenida para llevarse en el e-book a todas partes.
Referencias
Naoko Tanigawa, El todopoderoso Shikaku (traducción de Héctor Tortajada Bernal; ilustración de portada de Marta Salmons), Valencia, Chidori Books, 2015, formato e-book.
La imagen de portada es cortesía de Chidori Books. La imagen de Naoko Tanigawa está tomada de u-graphy.com.