En plena era Meiji, a finales del siglo XIX, escenario de grandes cambios sociales y económicos en Japón, Tomo recibe una petición de su severo y mujeriego marido: buscarle una concubina. El matrimonio de Tomo y Yukitomo Shirakawa es un ejemplo de las relaciones feudales que imperaban en aquella época y Tomo, una mujer anclada en el sentido del deber y el ser una buena esposa, accede a los deseos de su marido. En un viaje a Tokio, encontrará a la candidata perfecta para unirse a la estructura de su hogar: la joven y tímid aquinceañera Suga. Pero no será la única. Con el paso de los años, Yukitomo solicitará una nueva concubina, y será la extrovertida Yuri la que volverá a alterar los cimientos de la relación entre los protagonistas.
Con este argumento la escritora japonesa Fumiko Enchi (1905-1986) traza en Los años de espera (Onnazaka, 1939, título con el que la autora ganó el premio Noma, concedido también a escritores como Haruki Murakami, Yasunari Kawabata o Kenzaburō Ōe) un relato que confronta el impulso modernizador de la era Meiji con aquellas costumbres feudales que constreñían las existencias de las mujeres a finales del siglo XIX.
Los años de espera una novela que pivota en torno a las distintas perspectivas que los personajes tienen hacia la moral
Los años de espera es, además, una excusa para elaborar un agudo retrato psicológico de tres mujeres y, en última instancia, una sutil denuncia de la situación de las mujeres en el Japón finisecular. Entre esos retratos destaca sin duda el personaje de Tomo, una mujer educada en unos códigos morales y sociales que la someten a un sentido del honor y del deber hacia el marido de los que sólo puede devenir la infelicidad. Es, en contrapartida, el motor del hogar, la gestora de las finanzas y el sostén de su marido. Su complejo carácter gira en torno a los más diversos sentimientos, desde la desconfianza y los celos hacia las concubinas hasta la humillación y la devoción por un marido al que debe obediencia y sumisión. Pero, en esencia, Tomo se caracteriza por su enorme dignidad, gracias a la cual podrá enfrentarse a los reveses con los que su marido y las circunstancias van golpeando su vida.
En este sentido, es Los años de espera una novela que pivota en torno a las distintas perspectivas que los personajes tienen hacia la moral, exponiendo cómo los códigos morales que ahora pueden parecer únicos e inalterables pueden ir cambiando a lo largo de los años.
Los años de espera es, en definitiva, una historia costumbrista que retrata unos personajes llenos de aristas y una sociedad caduca en la que la mujer apenas tenía un lugar. Una historia incómoda que sin embargo atrapa desde las primeras líneas.
Fumiko Enchi, Los años de espera (traducción de kekiko Takahashi y Jordi Fibla), Madrid, Alianza Editorial, 2011, 273 páginas.