Los libros son como la comida

Libros para jóvenesLa Federación de Gremios de Editores de España acaba de publicar recientemente su estudio sobre Hábitos de lectura y compra de libros en España en 2012. Son muchas las conclusiones del informe, pero quería fijarme en lo que tiene que ver con los índices de lectura entre los jóvenes. El estudio «tiene mucha miga», es completo y complejo, aunque me quedo con algunas de las ideas más interesantes relacionadas con este asunto:

  • El 97,7% de los jóvenes entre 14 y 24 años entrevistados lee. Es el grupo de edad mayoritario ya que, a partir de los 24 años el porcentaje desciende
  • Los libros son su lectura favorita por delante de revistas, periódicos, cómics o blogs
  • La mayoría de los libros que leen lo son por entretenimiento (88,3%) seguido de las lecturas por estudios (26,8%)
  • El último libro que llegó a sus manos lo hizo porque se lo prestaron o porque lo tomó de la biblioteca
  • Son el grupo de edad que más lee en soportes digitales
  • La influencia de los padres en los niños de 10 a 13 años es decisiva, así como las actividades de animación a la lectura en colegios e institutos

Esta última conclusión me parece especialmente relevante. El papel de los padres y profesores es crucial para que los niños y adolescentes se interesen por la lectura, y en ese proceso hay una mezcla de muchas cosas. Desde la propia imitación (si un niño ve a un adulto leer regularmente tomará ese hábito) hasta la obligación (lecturas escolares bien elegidas y adaptadas a sus gustos e intereses).

Una amiga profesora de literatura que lidia todos los días con adolescentes tiene una curiosa teoría acerca de lo que se debe enseñar a los alumnos para que se aficionen a la lectura. Para ella los libros son como la comida. Uno no puede dar a un niño un plato de sushi porque no está preparado para que le guste. De hecho, es probable que le repugne. Para llegar a los platos refinados uno debe haber aprendido a distinguir y degustar los sabores, por eso se empieza por papillas y poco a poco se van probando platos más complejos. Con los libros sucede lo mismo. No se puede pretender enganchar a la lectura a un adolescente obligándole a leer El Quijote. Los futuros lectores necesitan haber realizado un aprendizaje previo a través de otras lecturas más sencillas (papillas bien «trituradas» para que «pasen») que fomenten la lectura por placer y el hábito lector.

El estudio de la Federación de Gremios de Editores de España recoge que entre los libros más leídos por los jóvenes de 14 a 24 años en 2012 se encuentran la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer, El niño con el pijama de rayas de Jhon Boyne, Harry Potter de J.K. Rowling, El Principito de Antonie Saint-Exupery, La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne, Campos de fresas de Jordi Serra i Fabra, Cazadores de sombras, de Cassandra Clare, Marina de Carlos Ruiz Zafón o La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson. Por lo que muestra el estudio, hay un interesante equilibrio entre los títulos de literatura juvenil actuales y los clásicos de todos los tiempos.

Los jóvenes son los que más leen con diferencia. Esto se debe a una mezcla de placer y obligación. Lo que desde los colegios e institutos se ha de buscar es que esa «obligación» no acabe con la afición por la lectura que muchos niños desarrollan antes de llegar a los estudios secundarios. Nada de sushi. Libros que no indigesten.

Algunos títulos más o menos actuales para todos los gustos

  • Reencuentro, de Fred Uhlman. Dos jóvenes de dieciséis años son compañeros de clase: Hans es judío y Konradin, un rico aristócrata. Entre los dos surge una intensa amistad y se vuelven inseparables. Un año después, todo habrá cambiado por circunstancias ajenas a ellos.
  • El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon. Christopher es un chico con síndrome de Asperger (dificultades en la relación social y la comunicación) que vive con su padre. Un día descubre el cadáver del perro de su vecina y, tras un incidente con el policía que lo quiere interrogar,  decide comenzar una investigación durante la cual se verá obligado a entrar en contacto con gente con quien nunca se ha relacionado.
  • Morir a los 27, de Joseph GelinekJohn Winston, cantante y líder de The Walrus, aparece muerto con cuatro disparos en la suite de su hotel después de un concierto. A raíz de la trágica muerte, se inicia una investigación que desvelará todos los entresijos del mundo del rock.
  • El nombre del viento, de Patrick Rothfouss. Ambientada en la Edad Media, narra la historia de Kvothe, un mago, músico, estudiante y aventurero que un día conoce a Devan Lochees, un autor interesado en escribir las biografías de las figuras más importantes de su tiempo que intenta convencerle de que le revele su verdadera historia, a lo que Kvothe finalmente accede, con la condición de hacerlo en tres días.
  • La elegancia del erizo, de Muriel Barbery. Renée, una mujer de mediana edad aficionada a los libros de filosofía y las películas japonesas es portera en un edificio de París donde vive Paloma, una niña de doce años brillante e inteligente que rechaza el mundo de los adultos y quiere suicidarse en su cumpleaños número trece. La elegancia del erizo entrecruza las historias de esos dos personajes. 

¿Qué otros libros crees que engancharían a los jóvenes lectores?

Referencias

La foto es de  por [JO]² – Immortal Lens -(Youssef Hanna) y puedes encontrarla aquí.

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