‘Granta’: la revista literaria se sumerge en el agua

En 1979 cinco estudiantes de la Universidad de Cambridge decidieron recuperar una vieja publicación universitaria fundada en 1889 que había caído en el olvido. Se trataba de Granta, y muy pronto se convirtió en una de las revistas anglosajonas de mayor éxito en la que se publicaron varias generaciones de narradores en lengua inglesa.

En 2003 los editores Valerie Miles y Aurelio Major se volcaron en editar la versión en español de la mítica revista inglesa, pero la aventura se cerró en 2012 con tan sólo trece números publicados. Pero no hay dos sin tres, como dice el refrán, y en octubre de 2014 la editorial Galaxia Gutemberg decidió recuperar Granta y relanzar uno de los referentes literarios por entregas del panorama editorial anglosajón. Hoy Granta cuenta con una docena de ediciones en todo el mundo y ha dado a conocer a autores como Sylvia Plath, Martin Amis o Salman Rushdie.

Ya son cuatro los volúmenes publicados en su tercera andadura para el lector hispano, cada uno de ellos centrado en un tema monográfico. El último volumen, que cuenta con la colaboración de la Fundación Aquae, está centrado en el líquido elemento, reúne textos de la talla de Claudio Magris, John Banville, Richard Ford, Patricia Highmith, Eduardo Lago o Santiago Roncagliolo.

El agua, en sus múltiples manifestaciones, se derrama entre las páginas de este cuarto número de la prestigiosa revista: bien como mar, como en la semblanza de Claudio Magris, donde el escritor triestino confiesa la influencia del océano en su vida y su literatura, bien como meandros desde los que distintos escritores en lengua española confiesan su vinculación con el mundo acuático.

Granta busca, con esta última propuesta, «pensar el agua» a través de las mentes y miradas de un centenar de escritores. Dice la co-editora de la revista literaria Valerie Miles que el agua es «fuente y origen». También es símbolo, raíz y excusa. Como el agua, los textos literarios fluyen y mutan según el momento y circunstancia. Porque «nunca nos sumergimos en el mismo texto dos veces«.