La noticia ya es antigua pero no pierde vigencia. En 2012 el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián publicó un estudio realizado por el científico Nicola Molinaro en la revista NeuroImage (una de las más prestigiosas en el estudio del cerebro) en el que revelaba que figuras literarias como el oxímoron generan una intensa actividad en nuestro cerebro, concretamente en el área frontal izquierda.
Si bien es cierto que el uso de estas figuras para estimular y atraer la atención del lector u oyente en discursos políticos, poemas o narraciones ha sido conocido desde antiguo, no fue hasta hace unos años cuando se logró medir de manera empírica la capacidad de una figura literaria para generar actividad cerebral en las personas.
Según explicaba Nicola Molinaro en la nota de prensa del BCBL, en el proceso «se activa la parte frontal del cerebro y se emplean más recursos de lo habitual en procesar a nivel cerebral esa expresión«. Para realizar el estudio el equipo de Molinaro creó varias listas de frases incorrectas, neutras, oxímoron y pleonasmos (vocablos innecesarios que añaden expresividad), empleando el mismo sustantivo como sujeto: la palabra «monstruo». Se mostró estas listas a personas de entre 18 y 25 años y se midió mediante un electroencefalograma la actividad cerebral de los individuos mientras las procesaban. El resultado: las figuras literarias exigían mayores recursos para procesar la información, generando mayor atención en las personas.
El BCBL de San Sebastián también ha realizado otros interesantes estudios como el que analiza los mecanismos que permiten a los bertsolaris vascos componer con rapidez y efectividad sus bertsos o la estrecha relación que existe entre el lenguaje y las matemáticas.
Vía Basque Center on Cognition, Brain and Language | Muy Interesante
El paper completo se encuentra en este enlace (de pago).
La imagen de Nicola Molinaro es del BCBL y la imagen de portada está tomada de Wikimedia Commons.