Entre 1905 y 1906 se publicó en la revista japonesa Hototogisu (El cuclillo) la novela por entregas Soy un gato (Wagahai wa neko de aru), una narración humorística sobre las aventuras de un gato sin nombre que convive con una serie de disparatados personajes representativos de la burguesía de la época Meiji. Su autor fue Natsume Sōseki (pseudónimo de Natsume Kinnosuke, 1867-1916), un profesor de literatura de la Universidad Imperial desconocido hasta el momento que había sido invitado a participar en la revista por el poeta Kyoshi Takahama.
La novela se convirtió pronto en un éxito y permitió entrar por la puerta grande a su autor en el mundo literario japonés. A partir de ese momento Sōseki produjo numerosos ensayos y novelas, entre las que destacan Botchan (1906), Kokoro (1914), Sanshiro (1908), El caminante (1912) o Las hierbas del camino (1915). Menos conocida es su faceta como poeta, si bien Sōseki fue autor de más de 2.500 haikus.
Soy un gato, humor e ironía
Con su novela Natsume Sōseki realizó un divertido fresco de individuos y de la situación del momento: tras la apertura promovida por el emperador Meiji hacia modas e ideas occidentales, parte de la sociedad absorbió estas influencias, resultando, a ojos del gato protagonista y del propio Sōseki, realmente ridícula. En efecto, en Soy un gato, las historias narradas en primera persona por un pretencioso gato callejero ponen de manifiesto lo absurdo de muchos de los personajes que desfilan por sus páginas.
Kushami, en cuya casa vive el gato, es un profesor de inglés ensimismado en sí mismo y en sus estudios, de carácter débil y tendencia a la pereza. Le visitan frecuentemente algunos de sus antiguos alumnos, como Meitei, un hombre bromista y aprovechado que representa la pasión por la belleza y la libertad, o Kagetsu, un estudiante de doctorado interesado por la verdad y el progreso que pretende a Tomiko, la presumida hija del vecino del maestro, el señor Kaneda, un hombre de negocios enriquecido que busca el mejor partida para su hija y que representa la obsesión por el dinero. A este elenco se unen la señora Kaneda, una mujer entrometida de enorme nariz, la mujer del maestro, que representa la tradicional sumisión de la mujer japonesa, y sus criadas.
En español podemos disfrutar de esta novela en la edición de Impedimenta y en otra de la editorial Trotta. Para los amantes del manga, además, la editorial madrileña Quaterni ha lanzado la versión ilustrada de Soy un gato y de Kokoro, ambas traducidas por Raquel Ramos Cudero. Según indica la editorial, se trata de «dos clásicos de las letras niponas cuyas páginas, ahora ilustradas, aúnan lo mejor de la literatura con lo mejor del cómic y cuyo resultado son dos manga únicos, sorprendentes. La forma más entretenida de leer la mejor literatura oriental.»
La edición de Soy un gato de Quaterni está ilustrada por Tirol Cobato (Chiroru Kobato), un mangaka que ha sabido transmitir todo el sentido del humor y la ternura del original. El volumen se divide en siete capítulos en los que se muestran los momentos más destacados y divertidos de la novela, introduciendo la historia con un dramatis personae que permite conocer y anticipar los personajes que desfilarán durante la narración.
La versión de la editorial Quaterni del clásico de Natsume Sōseki Soy un gato gustará a los amantes del manga, pero también a aquellos que se acerquen por primera vez a esta manera de narrar visual. Una estupenda iniciativa.
Referencias
Tirol Cobato | Natsume Sōseki, Soy un gato (traducción de Raquel Ramos Cudero), Madrid, Quaterni, 2015, 208 páginas.
Las imágenes del manga Soy un gato son de Tirol Cobato y se muestran por cortesía de la editorial Quaterni.