Es normal que en una sociedad tan digitalizada como la nuestra, donde casi un 70% de los españoles disfruta de una conexión a Internet y más de la mitad posee un teléfono inteligente (según datos de 2013 de la empresa de investigación ComScore, la penetración de los smartphones es de un 66%), surjan formatos de contenido audiovisuales orientados a la venta on line de cualquier cosa, incluso de libros.
Al igual que las productoras y distribuidoras de cine ofrecen avances sobre los estrenos que van a venir a sus espectadores, las editoriales también utilizan este recurso a través del cual buscan transmitir en unas pocas pinceladas la historia de la próxima novedad con la que van a inundar las librerías y mover al lector hacia la compra. Son los llamados book trailers, piezas audiovisuales que resumen en un puñado de segundos la esencia del libro, con mayor o menor acierto. Algunos destacan por su creatividad y otros por apelar a los argumentos de venta, pero lo cierto es que esta herramienta de márketing tiene un cierto componente social que puede compartirse en las redes sociales, webs y blogs, potenciando la visibilidad del libro y la posibilidad de su adquisión.
Los primeros book trailers nacieron en Estados Unidos, donde el márketing editorial está muy por delante del español. Se dice que uno de los primeros fue el que se emitió en 1986 en televisión para la novela Willwood de John Farris. En España en torno al año 2007 ya había algunos ejemplos de book trailers sobre todo entre las grandes casas como Ramdom House Mondadori, aunque otras pequeñas editoriales como Nórdica supieron hacer sugerentes ejemplos con medios algo más ajustados. En la web Microrevista el escritor Javier Calvo hace un repaso por algunos de los book trailers españoles más pobres (creativamente hablando) y por aquellos que destacan por su originalidad, dando pautas sobre lo que, a su entender, no debería contener un producto de este tipo.
La clave de los book trailers es despertar la curiosidad y apelar a lo seductor de la historia. Los hay que usan actores, gráficos o ilustraciones. Pero, ¿es esto suficiente para transmitir la experiencia de la lectura de un libro? ¿Influyen estos vídeos realmente en la decisión de compra? Es cierto que un book trailer puede generar interés y atención sobre una novedad, pero en un entorno donde todo se consume tan rápidamente su impacto puede no ser más que un fogonazo sin repercusión.
Para terminar, dejo uno de los primeros ejemplos de book trailer españoles: El festín de Babette de Isak Dinesen, editado por Nórdica. Vídeo realmente modesto para lo que ahora podemos ver, pero que contiene imágenes de las ilustraciones de Noemí Villamuza, fragmentos del precioso texto de la baronesa Karen Blixen y la música de Rodrigo Leão.
La imagen está tomada de esta web.
