Takiji Kobayashi (1903-1933) fue uno de esos escritores comprometidos con sus ideas, que convirtieron la literatura en un arma afilada desde cual denunciar, con contundencia y en voz alta la explotación salvaje del sistema socioeconómico de producción capitalista. Su vinculación con el comunismo y su descarnada exposición de las condiciones de los obreros japoneses en las primeras décadas del siglo XX le valieron no pocos enemigos en las esferas políticas y policiales. Su trágica y terrible muerte en 1933 (cuando apenas contaba con treinta años), como resultado de una brutal paliza (y tortura) de la policía imperial, silenció una de las voces más lúcidas y necesarias del movimiento sindical del Japón de principios de siglo.
Kobayashi es autor de dos novelas fundamentales en la literatura del proletariado japonesa: Kanikosen. El pesquero (1929), todo un clásico de la narrativa nipona, y El camarada (1932). Las dos, publicadas en español por la editorial Ático de los libros, suponen un ejemplo de entrega política y uso de la ficción para poner sobre la mesa problemas reales de la población, mostrando la explotación inmisericorde del sistema capitalista del momento, la lucha de unos individuos que quieren revertir las condiciones del proletariado, y las consecuencias que para la sociedad tienen éstas.
El camarada sitúa su acción en el mundo de las fábricas y la lucha clandestina de una cédula comunista que trata de concienciar a los obreros del régimen de explotación y semiesclavitud en el que viven, promoviendo una huelga por el reciente despido de unos trabajadores. Narrada desde el punto de vista de Yasuharu, un activista dedicado a este trabajo, Takiji Kaboyashi logra componer un relato angustioso pero esperanzador del trabajo en clandestinidad de muchos «camaradas» en busca de una solución justa, un modo de vida que, pesa a las vicisitudes, es la única vía para lograr el éxito: «No había otra salida que continuar. Toda nuestra vida estaba volcada en aquel trabajo. Y ese modo de vida no se parecía en absoluto a la vida fuera de la clandestinidad.»
En El camarada el personaje protagonista habla de sus dificultades, de la soledad de la clandestinidad y de sus orígenes humildes. Takiji Kobayashi moldea un personaje de fuertes convicciones, entregado a la causa y capaz de sacrificarse por sus camaradas. «Los capitalistas exprimían a nuestros camaradas forzándolos a un trabajo duro en la fábrica y sacrificándolos a las balas enemigas en el campo de batalla. Sólo estábamos nosotros para protegerlos«. En este sentido, leyendo El camarada sorprende la enorme modernidad de la propuesta de Kobayashi, cuya prosa se adueña del lector consiguiendo que se identifique con las angustias y preocupaciones del protagonista.
Literatura en clave política con claros tintes autobiográficos que se disfruta tanto por la vigencia de sus ideas como por la gran capacidad de Takiji Kobayashi para trazar unos personajes y unos escenarios donde el miedo, la opresión y la injusticia se entremezclan con momentos de ternura y esperanza. Literatura proletaria que trasciende épocas y lugares.
Takiji Kobayashi, El camarada (traducción de Jordi Juste y Shizuko Ono), Barcelona, Ático de los libros, 2011, 141 páginas.